Fuente: Página Siete, 02 de Julio del 2022
Empresarios e industriales temen mayor ingreso de productos argentinos y se restrinjan las compras de piña y banano desde ese país. En la frontera, 1.000 pesos argentinos no cuestan ni siquiera 30 bolivianos.
El dólar y la inflación se dispararon en Argentina. Empresarios y analistas temen un mayor ingreso de productos de ese país por la vía formal y por contrabando a Bolivia. Otro experto observa que puede provocar inflación importada.
En enero, la divisa norteamericana en el mercado paralelo se cotizaba en 77 pesos argentinos y en el oficial a 58,81, pero en junio cerró en 239 pesos argentinos y 130,14, respectivamente (AFP). La inflación acumulada en Argentina entre mayo de 2021 y mayo de 2022 llegó a 60,7%. En cinco meses de este año alcanzó a 5,1%.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Pablo Camacho, señaló que uno de los impactos de la devaluación de los países vecinos, y en este caso de Argentina, es que se va a recibir una mayor cantidad de productos a bajo precio.
Es por eso que la industria pide a los bolivianos consumir lo nacional y hecho en Bolivia, porque de esa forma las industrias podrán seguir pagando impuestos, preservar empleos y el Estado se beneficia de los tributos.
“Por eso es importante hacer un llamado al No al contrabando, porque los productos que ingresan de forma ilegal no respetan la cadena de frío, y no se almacenan y transportan de acuerdo a su naturaleza. Los medicamentos son un atentado a la salud porque se falsifican vencimientos, por eso autoridades deben intervenir”, precisó.
El economista Javier Hinojosa opinó que una de las posibilidades es que los productos argentinos inunden mercados, pero si la economía de ese país entra en recesión, provocará que muchos bolivianos se queden sin empleo o disminuyan ingresos y con ello lleguen al país menos divisas. Además, si retornan al país, tampoco encontrarán trabajo.
El otro problema es que si hay mayor crisis, habrá menor demanda de productos que exporta Bolivia a ese mercado, como piñas, bananas, palmitos y pollo, indicó Hinojosa.
El expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Juan Antonio Morales, sostuvo que es difícil predecir lo que va a pasar porque en Argentina hay una combinación de inflación y la devaluación de su moneda.
Pero en general esto puede provocar, dijo, un mayor ingreso de productos de contrabando, porque hay muchos alimentos que están con los precios controlados o con techo y no suben con la inflación.
El analista financiero Jaime Dunn señaló que la elevada inflación de Argentina explica las razones por las cuales no es bueno devaluar la moneda. “Un país que depende de importaciones no debería hacer devaluaciones, porque genera un efecto inflacionario”, remarcó.
Señaló que la elevada inflación en Argentina puede afectar a su economía y hacer que la demanda, por ejemplo, de gas boliviano disminuya.
En el caso de la devaluación de la moneda, es posible que exista por un lado mayor ingreso de productos de contrabando, porque eso los abarata.
“Sin embargo, con la inflación en alza se debe ver en el tiempo si esto no genera una inflación importada. Se seguirá importando, pero con un componente de inflación, si antes por ejemplo se traía cerveza a tres bolivianos, ahora será con un mayor precio, pero aún así este será inferior a la cerveza nacional”, subrayó.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, sostuvo que con la cotización oficial del BCB, el peso argentino vale apenas 0,05479 bolivianos a la fecha. “Por cada 1.000 pesos argentinos nos deberían dar 55 bolivianos, pero con la subida del dólar paralelo en las fronteras 1.000 pesos no valen ni siquiera 30 bolivianos”, puntualizó.
De acuerdo con Romero, estos procesos devaluativos incentivan a comercializar los productos de este país vía contrabando, aunque no son tan baratos por la inflación. “Lo que ocurre en Argentina no es una buena noticia para el aparato productivo nacional y sobre todo para las industrias y empresas locales, ya que con la devaluación estamos aumentando la capacidad de compra de los comerciantes y consumidores de productos de contrabando”, observó Romero.
Para el economista esto provocará una caída del empleo de calidad, aumentará la informalidad y el contrabando.
En Bermejo el comercio está preocupado por la devaluación , según el diario El Andaluz. “Nosotros invertimos mucho y es un verdadero riesgo, ya hemos vivido momentos difíciles que vivió el país vecino, ojalá que no sea otro que al final provoca que la gente emigre y se vaya a otras ciudades”, indicó Narda Luna, dirigente de los gremiales.
Fernández admite alza de precios
En Argentina el precio del dólar estadounidense en el mercado informal -al que los ciudadanos acceden por las fuertes restricciones para conseguir divisas en el mercado oficial- lleva semanas batiendo récords en el contexto de desconfianza de los inversores respecto al constantemente devaluado peso argentino y los activos en moneda local.
Todo, en medio del escenario de menguadas reservas internacionales que arrastra el Banco Central.
El presidente Alberto Fernandez admitió el problema de la inflación. “La Argentina lleva más de 20 años con dos dígitos de inflación y la Argentina que yo recibí nos dejó 54 puntos de inflación más la deuda. Claro que existe (el problema) y trabajamos para resolverlo y claro que hace falta, para poder resolver ese problema, que todos tengamos un compromiso solidario, porque la especulación sigue siendo una de las causas de la inflación”, dijo. (EFE)
Fuente: Página Siete.