Autoridades de la Organización Mundial de Comercio participaron en un seminario en línea con motivo de la conmemoración del 75° Aniversario del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, que nació de las cenizas de la segunda guerra mundial.
Precisamente, el 30 de octubre de 1947, 23 países firmaron el Acta Final del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Concebido como un acuerdo temporal que impulsaría el comercio internacional, el GATT abrió sin duda una nueva era de cooperación internacional y reguló el comercio mundial durante casi 50 años antes de ser sucedido por el nacimiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 1995. Hoy, el GATT todavía existe como el tratado general de la OMC para el comercio de bienes.
Sobre este acuerdo que evolucionó progresivamente para convertirse en un atributo esencial de la ciudadanía mundial, la Directora General Adjunto González dijo que la durabilidad del GATT se debe en gran parte al hecho de que se basa en principios simples, como la no discriminación, la reforma gradual a través de sucesivas rondas de negociaciones y la flexibilidad en forma de excepciones que permiten a los miembros espacio para las políticas internas. Subrayó que el 75 aniversario debe ser un recordatorio en el sentido de que “el GATT es una herramienta de cooperación internacional que ahora es más necesaria en vista de las múltiples crisis que afectan al mundo”.
En esa línea, la Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, reconoció en sus comentarios introductorios el papel indiscutible del comercio mundial en el impulso de la prosperidad en todo el mundo y en sacar a más de mil millones de personas de la pobreza desde el establecimiento del GATT. “Es una joya que vale la pena pulir«, dijo y agregó: «el éxito de la 12ª Conferencia Ministerial fue solo el comienzo de las reformas que deben realizarse».
En tanto, Douglas Irwin, Profesor de Economía de Dartmouth College recordó los esfuerzos de un siglo de las naciones para crear un sistema de comercio que funcionaría bien, comenzando con el Tratado Cobden-Chevalier de 1860 entre el Reino Unido y Francia. Así, exploró el papel de las organizaciones internacionales, como la Liga de las Naciones, en el fomento de la discusión de los principios comerciales que culminaría con la adopción del GATT en 1947.
Asimismo, expuso algunas de las diferencias entre el sistema multilateral de comercio, salvaguardado por la OMC, y el GATT, destacando en particular el sistema de solución de diferencias de la OMC.
Teniendo en cuenta que lo países pueden extraer ganancias de un comercio más libre, el profesor Iwin concluyó con tres puntos: primero, el sistema de comercio mundial está firmemente arraigado en el orden geopolítico actual; segundo, el camino ha sido largo y duro, pero los beneficios han sido enormes; tercero, un retorno al nacionalismo económico y la fragmentación no solo es económicamente costoso sino peligroso.
Fuente: Aduana News, 03 de noviembre de 2022