Analistas observan que, para ampliar la base de aportantes al fisco y las recaudaciones tributarias, el sistema impositivo requiere de una reforma integral, ya que “penaliza” el éxito empresarial.

Entre 2014 y 2022, el padrón nacional de contribuyentes activos creció a un promedio anual del 0,8%, menor al promedio del 2,6% por año registrado por el Producto Interno Bruto (PIB). Analistas observan que, para ampliar la base de aportantes al fisco y las recaudaciones tributarias, el sistema impositivo requiere de una reforma integral, ya que “penaliza” el éxito empresarial. Solo el 1,23% de los contribuyentes soporta el 81% del peso de las recaudaciones.

Según datos del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), desde 2014, año del fin del ciclo del boom de las materias primas, el número total de aportantes con obligaciones tributarias vigentes aumentó de 438.392 a 465.781 en 2022, lo que representa una expansión anual media del 0,8%.

Los Principales Contribuyentes (Pricos) (0,02%), como YPFB, Entel, Minera San Cristóbal y CBN, y los Grandes Contribuyentes (Gracos) (1,21%) representan solo el 1,23% del padrón, pero son responsables del 81,09% de las recaudaciones tributarias. Esto significa que 96 Pricos y 5.636 Gracos aportan cuatro veces más que el resto de los 460.050 contribuyentes activos en el mercado nacional.

Que el grueso de las recaudaciones se apoye en 96 empresas es riesgoso, según analistas, como lo demuestran los datos del aporte tributario de este sector, que cayó del 71,3% en 2014 al 44,5% en 2022.

Para incrementar el número de contribuyentes y el monto de las recaudaciones, “es necesario cambiar el régimen tributario de manera integral”, consideró Juan Pablo Suárez, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz.

Este sistema, precisó, “debe ser mucho más sencillo y con impuestos más bajos. Los emprendedores no tienen ningún incentivo ni facilidad para formalizarse; por ende, deciden trabajar informalmente (…) y la economía en general es de baja productividad”.

Estos indicadores “nos están advirtiendo que es una minoría la que le está poniendo el hombro al país”, afirmó Alexandra Ortiz, especialista en impuestos del estudio jurídico PPO.

Esta desproporción en la recaudación tributaria, indicó, tiene tres razones principales: la informalidad, el contrabando y la presión fiscal en el sector formal, es decir, el control del SIN que se enfoca en incrementar la recaudación y disminuir la mora tributaria solo en las empresas y profesionales que ya cuentan con Número de Identificación Tributaria (NIT).

Suárez consideró que el número de Pricos y Gracos es muy bajo debido a “una cuestión de facilidad”. “Las empresas más grandes del país (1,23%) generan más del 80% de la recaudación. Está claro que ‘rinde’ más enfocarse en ese grupo de empresas que en 465.000. Es un sistema errado que penaliza el éxito”, sostuvo el economista. Esta diferencia, subrayó, es “totalmente lógica, bajo el complicadísimo sistema impositivo que tenemos y que raya en lo extorsivo”.

Ian Miranda, jefe de Investigación Sectorial de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), coincide en que un factor que impacta en las recaudaciones es la informalidad, la cual está concatenada con el contrabando.

“Si el 2015 teníamos tan solo un 27% de empleo formal, hoy tenemos un 11%, que es una cifra muy crítica. ¿Por qué? ¿Qué pasa si soy informal? No tengo seguridad social a corto y largo plazo, mi vejez está en riesgo. Si paso a la formalidad, tengo por lo menos esa garantía para mi vejez y para mi salud y la de mi familia. Ganar unos pesos más rápido con la informalidad no me va va a yudar a futuro de ninguna forma”, expuso.

De acuerdo con un informe a 2018 del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía informal de Bolivia representa el 62,28% del PIB; es decir, que únicamente el 30% de la población contribuye al país, porcentaje que es cada vez menor. 

Según este estudio, “la población boliviana activa decide permanecer en la informalidad puesto que los costos de oportunidad para emprender un negocio en formalidad son elevados, situación que genera más incentivos para permanecer en la clandestinidad”, mencionó Ortiz.

Miranda propuso combatir la informalidad de una manera más inteligente, con medidas para inducir a la formalidad, como el Re-IVA (de reintegro) , y la reducción o eliminación de aranceles a las importaciones de ciertos productos, lo que repercutirá en un mayor pago impositivo.

A la informalidad se suma la percepción negativa que hay de la población sobre el pago de los impuestos en el país. Una encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) reveló que las principales razones que tiene la población para no tributar en el país son: los muy altos impuestos (28%), la falta de educación en este tema (27%), el temor al SIN (14%) y la excesiva burocracia (7%).

Miranda recordó que el Banco Mundial ubicó a Bolivia en el puesto 150 entre 190 países con facilidad para hacer negocios. “Eso es porque el 84% de las ganancias que hace un emprendedor en su primer año de vida se van solo a impuestos. Eso no es atractivo para el comerciante o el emprendedor nuevo, como tampoco lo es la complejidad para hacer empresa”, remarcó.

Los reportes de SIN muestran que, entre 2014 y 2022, el número de Pricos disminuyó de 106 a 93 (-12,2%), en tanto que la cifra de Gracos aumentó de 4.086 a 5.636 (+38%). Los contribuyentes de la categoría Resto (incluidos los del Régimen General) se redujeron de 378.994 a 328.189 (-13,4%), mientras los de Regímenes Especiales (dentro del cual está el Régimen Simplificado) crecieron de 55.106 a 131.862 (+139,2%).

El analista tributario Pablo Ordóñez sostuvo que los Regímenes Especiales están cumpliendo la función para la cual fueron diseñados, es decir, “están incorporando dentro de la formalidad tributaria a un número creciente de contribuyentes, que al registrarse, están evidenciando su deseo de operar en la formalidad”.

“Esta es “una buena noticia”. No obstante, apuntó, un problema en el caso del Régimen Simplificado y es que los contribuyentes, “se mantengan inmóviles en ese régimen especial, sin migrar al Régimen General”.

Ortiz indicó que una de las razones por las que la cantidad de contribuyentes en la categoría Resto baja, mientras la cantidad en Regímenes Especiales sube, puede ser la carga tributaria.

Un contribuyente del Régimen Tributario General (RTG) tiene que pagar mensualmente el Impuesto al Valor Agregado (13%) y el Impuesto a las Transferencias (IT), y anualmente el Impuesto a las Utilidades de las Empresas (25%). Debe presentar declaraciones juradas mensuales y su carga tributaria se estima en función a sus ingresos facturados.

En contraste, un contribuyente del Régimen Tributario Simplificado (RTS) no presenta declaraciones juradas, su carga tributaria se calcula en función a su capital de trabajo y, dependiendo de ello, puede pagar entre Bs 282 y 1.200, abono que puede ser anual o en cuotas bimensuales.

Ortiz observó también que existe una brecha muy grande entre las obligaciones de un contribuyente del RTG y las de un contribuyente del RTS. “Actualmente, no hay régimen intermedio que invite a los nuevos actores de la econonomía emprender en formalidad. En 2020, se creó un régimen intermedio denominado Siete que promovía el emprendimiento y tenía características muy interesantes que tal vez valdría la pena volver a considerar”, dijo.

Ordóñez coincidió en que el RTS “es muy simplificado”, mientras que el RTG “demanda el cumplimiento de muchas obligaciones. Por tanto, al no existir un régimen intermedio que permita transitar entre el simplificado y el general, los contribuyentes tienen más incentivos para quedarse en el simplificado que para migrar”.

Fuente. El deber

https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/numero-de-contribuyentes-al-fisco-crece-a-un-promedio-anual-del-08-desde-2014_329207

Por Bolivia