La importación ilegal de prendería usada en Bolivia creció en 60% en los últimos siete años con un efecto devastador para el sector textilero nacional, cuyo aporte al Producto Interno Bruto (PIB) del país se redujo del 1% en 2015 al 0,4% en la gestión 2021, según datos de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC).

El presidente de la entidad, Luis Laredo, en entrevista con Los Tiempos, indica que hasta 2015 la importación ilegal de prendería o ropa usada era de 63 mil toneladas, desde entonces y hasta diciembre del año pasado esa cifra creció a 156 mil toneladas; es decir, 93 mil toneladas más.

La cadena del negocio de la ropa usada inicia en Estados Unidos y China, cuyos países son responsables de la exportación del 16,1% y 13,7%, respectivamente, de esa mercancía. Un vez despachada la prendería desde esos países llega a Chile, que es el mayor importador en Latinoamérica de este tipo de artículos (3,01%), seguido de Guatemala con el 2,09%.

Cuando la ropa llega a puertos chilenos pasa a manos de mil empresas que operan en un complejo industrial y están exentas del pago de impuestos en el vecino país, según el Observatorio de Complejidad Económica de Chile. Estas empresas son las que se encargan de seleccionar y empacar la ropa para su venta en fardos de cuatro calidades: primera, segunda, tercera y cuarta; cuyos precios, por fardo, varían de acuerdo a la calidad y el tipo de prenda, que pueden ser desde 50 dólares el fardo más barato y 250 dólares el más caro

Tras ser empacada, la ropa usada es comercializada a contrabandistas bolivianos, quienes movilizan entre 10 y 35 camiones para internar la mercadería ilegal a Bolivia, siendo Oruro el lugar de acopio desde donde se distribuyen los fardos al resto del país.

Según Laredo, se trata de al menos 50 clanes familiares armados los que se dedican a internar la prendería usada vía contrabando y que han convertido al departamento de Oruro en su centro logístico de distribución, de cuya venta ganan el doble de lo invertido.

Desde el 21 de abril de 2007, según el Decreto Supremo 28761 promulgado el 21 de junio de 2006, está prohibida la importación de ropa usada; sin embargo, esta norma no ha contribuido a disminuir la comercialización ni la venta de la ropa usada en el país; por el contrario, ha ocasionado que los clanes de contrabando de esta mercancía ilegal se especialicen y radicalicen sus medidas, sostiene el presidente de los empresarios cochabambinos.

Fuente: Los tiempos https://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20230507/importacion-ropa-usada-crecio-63-mil-156-mil-t-siete-anos

Por Bolivia