El economista Jaime Dunn asegura que con el incremento de las exportaciones de la agroindustria “no solo se consolida la seguridad alimentaria”, sino además se generarán divisas que beneficiarán a las importaciones y garantizará la estabilidad del tipo de cambio del dólar.
Las exportaciones agrícolas alcanzaron las ventas de hidrocarburos. El economista Jaime Dunn reflexionó sobre este nuevo escenario y consideró que las exportaciones de la agroindustria se constituyen en una “alternativa fundamental” y “el futuro de Boliva” ante un sector de hidrocarburos prácticamente agotado.
“Cuando vemos un sector hidrocarburífero ya agotado por la falta de exploración pues se ha convertido en una alternativa fundamental lo que es la agricultura y principalmente la agroindustria”, señaló.
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Las exportaciones de la agricultura sumadas a las ventas de las manufacturas agrícolas han alcanzado el mismo nivel que las exportaciones totales de hidrocarburos a diciembre de 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), citados por Dunn.
El valor de las exportaciones de los dos sectores abocados al trabajo en el campo ascendió en la pasada gestión a $us 3.000 millones, cifra similar a la que presenta el sector hidrocarburífero.
“Es más, la agroindustria, sumada a la agricultura, ha duplicado las exportaciones del país en solo tres años, es una señal fundamental de que el futuro de Bolivia en lo inmediato está en la exportación en estos sectores”, destacó Dunn.
El experto puntualiza que este desarrollo surge pese a las “grandes dificultades” que afronta el sector.
“Por ejemplo, la prohibición de las exportaciones, no hay un uso amplió como en los países vecinos de la biotecnología, no hay un tema del uso de tierras, no hay seguridad jurídica y, a pesar de todo eso, se ha logrado duplicar las exportaciones en los últimos dos o tres años”, señaló.
En su criterio, “es fundamental poder trabajar en esos temas y potenciar al país en estos sectores porque la necesidad de divisas es obviamente una urgencia en este país”.
Cuáles son los beneficios? “Es total y absoluto”, reflexionó Dunn.
En su criterio, “no solo se consolida la seguridad alimentaria”, sino además generará un flujo de divisas que beneficiará a las importaciones y garantizará la posibilidad de mantener estable el tipo de cambio del dólar.
“Eso ayuda también con las importaciones, no nos olvidemos que 60% o 70% de los insumos que necesita e sector exportador se tienen que pagar en dólares, eso haría también que mantengamos todavía, como es correcto, el tipo de cambio fijo y eso dejaría también de lejos las posibilidades de tener presiones inflacionarias, es decir, incremento en los precios”, apuntó el economista.
En sintonía con análisis planteados por el IBCE, por ejemplo, el incremento de las exportaciones agrícolas sin duda además allana la generación de nuevas fuentes de empleo.
“El ingreso no solo viene por el ingreso de divisas, precios más bajos, sino también por la generación de empleo, que es mucho más intensivo que el sector de hidrocarburos”, añadió Dunn.
¿Bolivia puede dejar de ser un país que dependa solo de recursos no renovables?
Dunn considera que es absolutamente posible tomando en cuenta ejemplos como el del vecino Paraguay, que dio “un giro fundamental en su política de agricultura y agroindustria y eso es lo que debemos hacer”.
“Tenemos mucho por hacer y el potencial es muy grande”, dijo el economista y puntualizó que la producción por hectárea en Bolivia bordea las 2 toneladas cuando en la región ese índice supera las 3 toneladas.
“Con las políticas necesarias y siendo más eficientes en el uso de la tierra y la biotecnología podemos por lo menos llegar al promedio de producción en Latinoamérica y eso significaría un incremento mucho más grande del 30% o 40% de la producción actual, por eso es importante trabajar en esas políticas”, indicó.
Fuente: Unitel