UNITEL se internó en la zona fronteriza y descubrió que hay dos formas en las que el diésel sale de territorio nacional, un negocio que es dominado por organizaciones que se campean por el lugar

Un turril tengo”. “Te doy mi bidón”. Estas son algunas de las ofertas que se hacen en la zona fronteriza entre Bolivia y Perú, donde el diésel subvencionado es algo del día a día entre las redes del contrabando.

Una situación que está a la vista de todos y en la que se evidencian dos maneras para transportar el carburante de manera ilegal al país vecino, según los testimonios recogidos por UNITEL.

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El contrabando de combustibles subvencionado le significa a Bolivia cerca de $us 250 millones de pérdidas, de acuerdo con las cifras que maneja el propio Gobierno nacional, un negocio que solo resulta lucrativo para quienes toman parte de este ilícito que afecta a las finanzas del país.

Un contrabandista incluso puede duplicar su inversión. Y es que en Bolivia el litro de diésel subvencionado tiene un precio de Bs 3,75, cifra que sube a Bs 6,80 (2,90 soles) cuando ingresa a Perú, país donde este combustible no está subvencionado y se vende de manera legal a 4 soles por litro, es decir, Bs 7,50.

De este negocio participan transportistas. El viceministro de Lucha contra el Contrabando, Daniel Vargas, advirtió que estas personas vacían sus tanques sin llegar a su destino final, es decir, no cumplen con la hoja de ruta que presentan a las autoridades y llegan a algún punto en el que descargan el combustible: mienten y lo revenden.

A estas redes poco o nada les interesan los controles de los militares bolivianos.

Son dos formas principales en las que transportan el combustible. La primera es cruzando la frontera natural entre Bolivia y Perú, un río que es fácil de sortear para los contrabandistas y que está “a la vista de todos”, de acuerdo con los propios testimonios.

El segundo método se ejecuta por el mismo puente fronterizo de Desaguadero, donde camiones con placa boliviana están involucrados: circulan con hasta dos tanques llenos de diésel subvencionado y los contrabandistas peruanos tienen listo un motor y una manguera con la que “chupan” todo el combustible para revenderlo.

No importa el método que el contrabandista utilice, el precio es el mismo; pagan 580 soles por 200 litros de diésel boliviano y en territorio peruano lo venden hasta en 800 soles, lo que significa una ganancia de $us 75 por cada turril comercializado.

Mientras que en territorio nacional se generan largas filas para cargar diésel en los surtidores, en Perú se ven columnas de camiones para descargarlo. Así se evidencia en esta zona fronteriza.

Fuente: Unitel

https://noticias.unitel.bo/portada/el-diesel-subvencionado-de-bolivia-sale-via-contrabando-hacia-peru-y-a-la-vista-de-todos-BE7754102

Por Bolivia