El ex ministro de Hidrocaburos Álvaro Ríos observó que ese precio es bajo, considerando que el precio promedio del barril de crudo está en $us 85 y que los márgenes de refinación del diésel se encuentran entre $us 160 y 170 el barril en el mercado externo
La formulación del Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 se realizó tomando en cuenta un precio referencial de barril de petróleo de $us 71,90, un valor que no refleja las necesidades de la economía boliviana y que está por debajo del promedio de este año ($us 85).
El proyecto de Ley Financial del próximo año, que está en tratamiento en la Cámara de Diputados, detalla que para la formulación del documento se consideró una tasa de crecimiento proyectado del PIB real de 4,86%, una tasa de inflación de fin de periodo de 3,57%, un déficit estimado del sector público no financiero de 7,49% del PIB y un precio referencial del barril de petróleo de $us 71,90.
El ex ministro de Hidrocaburos Álvaro Ríos observó que un precio de $us 71,90 es bajo, considerando que el precio promedio del barril de crudo está en $us 85 y que los márgenes de refinación del diésel –el principal responsable del déficit energético de Bolivia– se encuentran entre $us 160 y 170 el barril en el mercado internacional, una situación que “va a continuar el próximo año”, ya que es un producto escaso y muy demandado.
“Todo esto se debería reflejar en el PGE 2023, para que no nos quedemos cortos” en los montos presupuestados para la importación y el subsidio a los combustibles, indicó.
El presupuesto “debería considerar un precio más razonable, de al menos $os 80 o de 85 el barril”, remarcó.
Este valor, explicó, se justifica también en la menor producción de gas e hidrocarburos líquidos del país y en la falta de incentivos para la exploración petrolera.
El experto indicó que el precio referencial del petróleo permite presupuestar los montos para la importación de combustibles y los subsidios para su venta en el mercado interno.
Según datos del PGE 2023, las exportaciones de gas natural generarán la próxima gestión $us 2.672,8 millones, cantidad menor a los $us 3.000 millones previstos para 2022; mientras que los subsidios al sector demandarán de $us 1.098 millones el siguiente año, cuando lo proyectado para esta gestión era de $us 691,7 millones.
Este año, YPFB tenía previsto además que las importaciones de combustible rondarían los $us 3.000 millones, pero lo acumulado a septiembre ya suma $us 3.323 millones.
“Estamos importando aproximadamente el 70% del diésel y casi 40% de la gasolina”, indicó Ríos.
El mayor precio referencial del barril del petróleo en el presupuesto estatal del próximo año permite vislumbrar también un precio más elevado del gas natural de exportación de Bolivia, aunque ese beneficio se ve diluido por la menor producción del país, agregó.
Fuente: El Deber, 07 de Diciembre de 2022