Entre septiembre de 2021 y 2022 el indicador creció un 37,5%, es el más alto desde 2010. La subida se debe al final de la reprogramación de los préstamos. El regulador prevé que la mora baje hasta fin de año
La mora en el sistema financiero boliviano llegó a su nivel más alto desde 2010 y roza el promedio regional. Así lo refleja el último informe de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) al mes de septiembre.
Según el ente regulador, hasta septiembre de 2022 el índice de mora fue del 2,2%, lo que representa un crecimiento del 37,5% con relación al mismo período de 2021. La última vez que este indicador fue superior al 2% fue en 2010 cuando la tasa llegó al 2,1%.
El indicador nacional incluso está cerca del regional que, según las ASFI, está en 2,8%. Especialistas consultados por EL DEBER indicaron que el incremento de la mora es un llamado de atención para las autoridades nacionales, para que ajusten sus políticas de reactivación económica.
Atribuyeron la subida a que muchas personas, que reprogramaron sus préstamos durante la emergencia sanitaria, tienen problemas para cumplir sus obligaciones con los bancos una vez terminados los periodos de gracia.
En 2020, el Gobierno de transición ordenó el diferimiento de los préstamos, después de que se establecieran medidas restrictivas como la cuarentena rígida por el brote de coronavirus.
El exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), José Gabriel Espinoza, señaló que el crecimiento de la mora debe ser un llamado de atención sobre la reactivación. “Los que tenían un empleo estable lo perdieron y tuvieron que ingresar al sector informal donde los ingresos son volátiles”, dijo.
Otro analista que -pidió no ser citado- sostuvo que la mora proyectada podría llegar a ser mucho mayor, dado que muchos prestatarios siguen reprogramando sus deudas con los bancos. “Los créditos se están empezando a normalizar y la gente no tiene para pagar”, dijo.
Desde la ASFI indicaron a EL DEBER que en 2021 se aplicó el mecanismo de la reprogramación y/o refinanciamiento (con la inclusión de seis meses de gracia y un periodo de prórroga) a un gran número de prestatarios, que mantuvo inalterada su calificación y estado de sus créditos.
Pero en 2022, según el ente regulador, los prestatarios han retomado el pago de sus cuotas al haber concluido los periodos de gracia concedidos el año pasado, “descongelándose” su calificación y estado. Esta situación hizo que se incremente el índice de mora en determinados sectores y clientes con respecto de la pasada gestión, lo cual explica también el caso de clientes focalizados.
La ASFI aseguró que el índice del 2,2% en la mora al mes de septiembre del 2022 es “absolutamente manejable” para el sistema financiero. “Debe recordarse que no es un índice elevado considerando el periodo prepandemia y, además, es uno de los más bajos de toda la región, pues la mayoría de los países registra índices cercanos al 3% y más”, indicó el ente regulador.
La entidad estatal agregó que el indicador nacional considera como mora el crédito con retraso de 30 días o más en el pago de sus cuotas, mientras que el internacional el número de días considerado es de 90 días o más.
Además, indicaron que es un error ver la mora actual y la de 2010 “porque corresponde al mes de diciembre de ese año”.
Es más, la entidad reguladora dijo que “este indicador siempre tiende a disminuir en diciembre, por lo que se prevé que hacia fines del presente año baje con respecto a su valor actual”.
“Seguro que a fines del presente año la mora se reducirá con relación a su valor actual. Pero el paro de Santa Cruz -seguro deteriorará este indicador- impidiendo el normal desenvolvimiento del sistema”, señaló la ASFI.
Fuente: El Deber, 24 de Octubre de 2022