La Aduana de Chile detectó movimientos irregulares en la frontera. Pisiga Choque, al lado chileno, se convirtió en una zona de acopio de la mercadería ilegal que proviene de la zona franca de Iquique
Ivan Alejandro Paredes
Ivan Alejandro Paredes
9 de octubre de 2022, 4:00 AM
Son los “pasos ancestrales” los que ahora utilizan las mafias de contrabandistas en la frontera entre Bolivia y Chile. Por estas vías ilícitas pasan sobre todo equipos tecnológicos de alta gama, como teléfonos celulares, computadoras portátiles y tabletas. La mercadería llega a la frontera desde Iquique en minibuses y luego pasa a Bolivia en “carritos” adaptados en una bicicleta. La Aduana chilena recientemente decomisó este tipo de mercadería por un valor de medio millón de dólares.
La Aduana de Chile elaboró un informe sobre el uso de pasos ancestrales en la frontera con Bolivia que son utilizados por las mafias de contrabando. El documento, al que tuvo acceso EL DEBER, detalla que estas rutas son, en su mayoría, para introducir teléfonos celulares de alta gama y computadoras portátiles.
“Se está haciendo mal uso de pasos ancestrales que favorecen el comercio transfronterizo de vecinos. Para ello (los contrabandistas) cuentan con documentos con información falsa y rellenan cajas con celulares, las que posteriormente se envuelven en sacos similares a los que se usan para transportar pululos (similares a las pasankallas, que son tostados de maíz)”, dice parte del texto.
La Aduana del vecino país identificó uno de los “pasos ancestrales” en la localidad de Pisiga Choque, que está territorio chileno. También halló que estas vías terminan en Pisiga Bolívar, en suelo boliviano. Ambas comunidades están cerca del paso fronterizo legal.
Pisiga Choque es un pueblo chileno dominado por mafias bolivianas, que introducen al país vehículos chutos y mercadería de contrabando. El poblado, que está a 3.000 metros del paso fronterizo entre Bolivia y Chile, tiene todas sus casas con amplios garajes y todos llenos de motorizados que llegan en los camiones “cigüeña” desde Iquique. También hay lugares donde se esconden los teléfonos celulares de alta gama y computadoras portátiles.
El director regional de la Aduana de Iquique, Cristian Molina, detalló en el informe que se hizo un “seguimiento al flujo irregular que se registra en las inmediaciones del complejo fronterizo de Colchane” y que se dispuso de una “intervención especial mediante un equipo de funcionarias y funcionarios”. El funcionario detalló que los contrabandistas son ciudadanos bolivianos que llegan a Pisiga Choque desde Iquique y luego reúnen la mercadería para llevarla a Pisiga Bolívar.
“La población (Pisiga) Choque es donde se acopia la mercadería de contrabando y los vehículos indocumentados que llegan en ‘cigüeñas’ desde Iquique. El comprador va hasta ese pueblo y recoge la mercadería y la ingresa por diversas vías ilegales que llegan hasta Oruro y luego a La Paz”, dice parte del informe.
Doble nacionalidad
En Pisiga, Choque sus pocos habitantes tienen nacionalidad boliviana y muy escasos cuentan con la doble nacionalidad. Es fácil ingresar a pie desde Pisiga-Colchane, que es el punto fronterizo legal. Esta localidad pertenece a la comuna chilena de Colchane.
El control en este punto es escaso y carabineros chilenos atienden casos por denuncias a través de llamadas telefónicas. El alcalde de Colchane, Javier García, lamentó que no haya control riguroso en el lado bolivianos contra las mafias de contrabando y dice que a lo largo de la frontera -a lo que corresponde su municipalidad- la mayoría de la población se dedica a la agricultura y al ganado camélido.
El alcalde García admite que la frontera tiene puntos incontrolables y que la erradicación de los delitos debe ser coordinada por los gobiernos nacionales. El burgomaestre afirma que existen problemas de narcotráfico, contrabando y ahora en mayor medida trata y tráfico de personas.
En el informe de la Aduana chilena explican cómo ingresan los aparatos tecnológicos. Los contrabandistas, casi todos bolivianos, llegan a Pisiga Choque a recoger su “mercadería”. Los celulares y computadoras son llevados desde la zona franca de Iquique en minibuses. Hasta ahí todo es legal. En Pisiga Choque almacenan los aparatos y les quitan las cajas originales. Los envuelven en bolsas de yute y pasan por las rutas ancestrales hasta Pisiga Bolívar. Se utilizan los “carritos”, que son bicicletas acondicionadas para que puedan transportar la mercadería ilegal.
Molina puso como ejemplo un operativo realizado a inicios de este mes en la zona de Pisiga Choque. Se logró incautar el valor de medio millón de dólares en teléfonos celulares de alta gama, cargadores, tabletas, computadoras portátiles, entre otros.
“El dueño de la carga era el ciudadano boliviano H.CH.A., quien la adquirió en la Zofri (de Iquique) y pretendía entregarla a comerciantes de las ciudades de Oruro y Cochabamba. Fue acusado por contrabando por infringir el Artículo 168 de la Ordenanza de Aduanas, dado que es una conducta penada el extraer mercancías de país por lugares no habilitados o sin presentarlas a Aduanas”, explicó Molina en el informe de Aduanas.
En el lado chileno hay tres Pisigas: Pisiga Choque, Pisiga Carpa y Pisiga Centro. En el lado de Bolivia está Pisiga Bolívar y Pisiga Sucre. En todas estas localidades el contrabando es parte de la vida cotidiana de sus habitantes.
En Pisiga Carpa se realizan cada 15 días una feria de productos de contrabando. A esa zona llegan desde vehículos hasta electrodomésticos. Todos son adquiridos en la zona franca de Iquique. El control no existe porque en suelo chileno esa oferta es legal: es como una venta de mercancía lícita.
Luego, desde Pisiga Carpa utilizan vías alternas para evitar los controles aduaneros y militares de ambos países. Es por eso que usan ahora pasos ancestrales para introducir contrabando a Bolivia.
Los pasos ancestrales son calificados como sagrados por los comunarios de las zonas fronterizas. En esos lugares se realizan rituales a la Madre Tierra y son sitios sagrados por los antepasados.
Pedidos de colaboración
El senador Félix Ajpi, del Movimiento Al Socialismo (MAS), afirmó que se debe trabajar de manera conjunta en las fronteras para evitar que más mercadería de contrabando ingrese al país. El legislador consideró que si existen informes de poblados donde se acopia vehículos indocumentados se debería actuar en Chile.
Mientras, la presidenta de la Aduana Nacional, Karina Serrudo, detalló que en la frontera con Chile existen controles aduaneros en el paso fronterizo; sin embargo, consideró que debe existir mayor control por parte de los uniformados chilenos, ya que el contrabando es un delito transnacional.
La Aduana boliviana tiene reportes que toda la mercadería denominada nacionaliza en Chile es almacenada en las poblaciones de Pisiga Carpa, Pisiga Centro, Pisiga Choque y Colchane. “(Es) donde se acumulan para luego hacer negociaciones con los propios Carabineros de Chile (y) pasen por pasos no habilitados hacia Bolivia”, dijo en mayo Serrudo.
Así, por los pasos ilícitos siguen circulando contrabando.
Fuente: El Deber, 9 de septiembre de 2022.