Fuente: Los Tiempos, 12 de agosto de 2022.
Sergio Mendoza Reyes
El Gobierno resalta las «pocas cifras positivas» en materia económica y oculta o minimiza las negativas, indicaron por separado dos economistas. El miércoles pasado, el Ministerio de Economía resaltó que a mayo de este año hubo un superávit corriente de 3,6 por ciento respecto al Producto Interno Bruto (PIB). No obstante, se prevé que 2022 sea el noveno año consecutivo de déficit fiscal.
El profesor de Economía y director del Centro de Estudios para la Economía y la Libertad en Mercer University (Estados Unidos), Antonio Saravia, apuntó: «Hay muchas cosas malas de la economía que se ocultan, ponemos muchas cosas bajo la alfombra. Tenemos nueve años de déficit fiscal y las reservas internacionales (RIN) caen desde 2014».
Con él coincidió el economista y exdirector del Banco Central, Gabriel Espinoza, quien resaltó que el Gobierno evita recordar que en 2021 se tuvo un déficit corriente de -5.120 millones de bolivianos (-1,8 por ciento respecto al PIB) y un déficit global de -25.946 millones (-9,3 por ciento del PIB).
Estos datos corresponden principalmente a los ingresos del sector público versus sus egresos.
Para este año, el Gobierno proyectó un déficit fiscal de 8,5 por ciento. El alto gasto del sector público, más elevado que los ingresos, explica que se gaste más de lo que se gana. Desde 2014 se presenta un déficit, producto de la expansión del gasto público.
Esto genera, entre otras cosas, que para compensar el desbalance se opte por préstamos de organismos internacionales, lo cual ha elevado la deuda pública a aproximadamente el 70 por ciento del PIB, indicó Saravia.
El Ministerio de Economía señaló que en 2020 se generó un déficit corriente. Sin embargo, “desde 2021 se revirtió esa tendencia, existe una mejora».
En tanto, Espinoza subrayó que esa afirmación no es del todo acertada, pues el año pasado continuó el déficit corriente (-5.120 millones) y global (-25.946 millones).
Saravia apuntó que un problema es que no se tiene «un plan b» para subir las RIN, que en su opinión puede ser el dar mayor espacio a la inversión privada. «Pero se ponen cupos a las exportaciones, se aplican cada vez más regulaciones laborales, se tiene un 80 por ciento de informalidad, y un gobierno que se come gran parte de los ingresos».
El Ministerio de Economía indicó que con las exportaciones de gas natural a Brasil y Argentina, las operaciones del Mutún y la del complejo de biodiésel se mantendrán las RIN en los ni-veles actuales.
Estas caen al menos desde 2015, y actualmente llegan a 4.300 millones de dólares.
En 2021 cerró con un déficit global de -9,3 por ciento, y para el 2022 se proyecta un déficit de -8,5 por ciento.
DESBALANCE
Proyectan déficit por 9 años seguidos
El déficit global del sector público comenzó en 2014, cuando se pasó de un superávit de 1.376 millones de bolivianos a un déficit de -7.669 millones. Para 2022 se prevé un déficit de 24.000 millones, equivalente a 8,5 por ciento del PIB.
Esta tendencia a la baja por nueve años consecutivos coincide con una disminución de la producción de gas natural, y por lo tanto, una baja en los ingresos por la venta de este hidrocarburo al exterior. Esto se explica en parte por la baja inversión en exploración de nuevas reservas.
Bolivia continúa dependiendo del precio fluctuante de las materias primas en el mercado internacional, con poca industrialización.
Fuente: Los Tiempos.
https://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20220812/gobierno-destaca-superavit-corriente-analistas-dicen-que-se-ocultan