Fuente: El Diario – 1 de abril de 2022
El personal de la Aduana Regional Tarija destruyó 54 toneladas de cerveza y vino de contrabando, valorados en 426.733 bolivianos, mismos que pretendían ingresar de formar ilegal a Bolivia, durante enero a marzo de la presente gestión, al mercado local.
«La mercadería comisada es el resultado de los operativos en el primer trimestre del año, especialmente de las fiestas de carnaval. Son 54 toneladas de bebidas alcohólicas que van a un proceso de destrucción», informó la gerente regional de Tarija, Lourdes Aldana.
El procedimiento de destrucción fue desarrollado por la Asociación de Mujeres en Acción de Reciclaje por el Medio Ambiente (MARMAT), quienes mediante un convenio con la Aduana van a reciclar los recipientes (botellas y latas) y el líquido, que será utilizado como abono orgánico.
Los paquetes de bebidas alcohólicas fueron interceptados en diferentes operativos estratégicos de control, dados en el Punto de Inspección Aduanero (PIA) de la comunidad de Pajchani, además del trabajo de Grupos de Respuesta Inmediata Aduanera (GRIA), que vigilan rutas alternas y secundarias en Tarija.
A ese punto de inspección fijo, se suman dos en este departamento: el primero localizado en La Mamora, carretera entre Bermejo y la ciudad de Tarija, seguido de Villamontes, ubicado entre la ciudad de Yacuiba y la carretera a Santa Cruz.
«Como Aduana reforzamos nuestra presencia en las fronteras y puestos fijos de control, durante las 24 horas del día. Pedimos a la población llamar a la línea gratuita 800-10 62 62 y denunciar cualquier hecho ilícito de contrabando», manifestó.
De acuerdo con el registro, estas 54 toneladas de cerveza y vino provienen de la República de Argentina no cuentan con documentación de importación, mínima cuantía, registro legal, ni mucho menos la certificación del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).
Cabe destacar que los paquetes fueron camuflados y transportados en camiones. Al incrementar la vigilancia en la Aduana, los contrabandistas modificaron su modus operandi y utilizaron buses públicos sin pasajeros, pero colmados de mercancía de contrabando.
Fuente: El Diario